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15 de diciembre de 2009

Un estudio sitúa a esRadio por encima de COPE en Madrid

Coincidiendo con la salida de la tercera oleada del Estudio General de Medios (EGM), correspondiente a 2009, esRadio ha hecho público un estudio sobre su audiencia en la Comunidad de Madrid, realizado por Sigma Dos. De este modo, la cadena impulsada por Libertad Digital se ha garantizado presencia así que se hable de sus resultados, habida cuenta de que no aparecerán en el EGM hasta la próxima oleada.

Los responsables de la nueva radio sacan pecho por los datos que obtienen en la única comunidad en la que disponen de un dial en propiedad. Según el trabajo de Sigma Dos, el programa Es la mañana de Federico, conducido por Jiménez Losantos, supera en 10.000 oyentes a La Mañana de la COPE, en manos de Ignacio Villa desde el 31 de agosto.

El estudio se realizó sobre una muestra de 1009 entrevistas entre los días 24 y 27 de noviembre. Algunas de sus otras conclusiones son que la audiencia de esRadio en la CAM triplica la de Punto Radio y multiplica por cinco la de Radio Intereconomía. Sin embargo, el 63,3% de los encuestados desconocía la existencia de la nueva emisora.
La COPE emite un comunicado

Cuatro días después de conocerse los datos de la tercera oleada del Estudio General de Medios (EGM), la Cadena COPE ha difundido un comunicado en su página de Internet. Bajo el título de La COPE en marcha, la cadena parece querer salir al paso de las diversas especulaciones realizadas desde los demás medios tras su sensible descenso en número de oyentes. Federico Jiménez Losantos, por ejemplo, reaccionó airado contra la manera de ofrecer los datos de la cadena, que optó por hacer una media del año, incluyendo así los registros que él mismo obtuvo para la radio episcopal hace unos meses. Por su interés, reproducimos a continuación el texto íntegro de la nota.

Los esperados datos del último EGM han despertado una lógica
controversia sobre el camino emprendido por la Cadena COPE esta temporada. Unos
se han lanzado como buitres ansiosos sobre un saldo negativo que cualquier
persona ducha en la materia podía esperar. Otros están sumidos en la perplejidad
y el desencanto. Por no hablar de los listillos que entonan el consabido “mira
que os lo dije”. Nadie puede negar el hecho contundente de una importante bajada
de audiencia: la cuestión a la que debemos responder es qué significa este dato,
en qué rumbo se inscribe y si merece la pena sufrir este coste.
COPE ha realizado un cambio profundo de su programación,
en fondo y en forma. Lo ha realizado partiendo de la fidelidad a su propio
origen, a su identidad y su razón de ser: constituir una presencia cristiana
solvente en el debate público (y eso implica también ser una empresa saneada),
aportar la inteligencia de la fe a la mirada diaria sobre la realidad en todas
sus dimensiones, política, económica, cultural y espiritual. No un cambio de
algunos comunicadores sino de modelo, para responder mejor a la misión que
señala su propio Ideario.
Por otra parte una radio es siempre una realidad
viva, ubicada en circunstancias históricas cambiantes que requieren formas
nuevas de respuesta. No abjuramos de ninguno de los pasos de nuestra historia,
sino que los llevamos todos a la espalda como un bagaje precioso, que sin
embargo no nos ahorra el esfuerzo de la autocrítica ni la audacia de ensayar
nuevos caminos.
En este momento histórico creemos que un
medio como COPE no puede contentarse con defender una plataforma de valores
comunes, sino que debe incidir en la cultura del nihilismo con una propuesta
integralmente cristiana. Y debe hacerlo con el método propio de una radio
generalista y comercial: hablando de todo y con todos (para analizar y criticar
todas las propuestas), asumiendo el riesgo diario de tomar postura desde su
Ideario, buscando grandes audiencias (porque nuestro anuncio va dirigido a
todos), manteniendo una independencia insobornable respecto de los poderes
políticos y económicos (sin que eso signifique equidistancia ni indiferencia),
procurando servir a las necesidades de la gran comunidad católica española pero
sin olvidar la perspectiva misionera (y por tanto de diálogo a campo abierto)
que es propia de cualquier realidad cristiana que esté viva.
Pues bien, en
esa aventura estamos embarcados. De una radio de las estrellas, cada una con su
genialidad indiscutible y su legítimo pero discutible proyecto, hemos querido
hacer la travesía a una radio de grandes profesionales estrechamente vinculados
al Ideario de esta casa, dispuestos a realizar un producto amasado con el rigor
informativo, la agudeza del análisis, la crítica y el respeto. Esto significa,
lo sabemos bien, realizar una dura escalada. Y por el camino podemos
sentir que se nos corta el resuello.
¿Alguien podía pensar que este giro
podía realizarse sin coste ni sufrimiento? Nosotros desde luego no. Sabemos que
un cambio de este calado se paga siempre y necesariamente en el EGM. Por la
naturaleza de las audiencias radiofónicas y por las propias carencias del
medidor. Por poner un ejemplo: cuando Onda Cero sustituyó a Luis del Olmo por
Carlos Herrera en la franja de mañana, esta cadena perdió de golpe 400.000
oyentes.
El resultado de este EGM no nos complace (aparte de que no nos
convenza), sino que nos hace sentir la dureza y la responsabilidad del camino
que hemos emprendido. COPE es una empresa saneada, sin deudas ni hipotecas, con
músculo para afrontar las inclemencias de la tormenta. Por eso y por la
responsabilidad social que nace de nuestra identidad, a pesar de una crisis
cruel que padecemos como todos los medios de comunicación, especialmente desde
la temporada 2008-2009, hemos evitado las medidas laborales traumáticas que
otros vienen aplicando sistemáticamente.
La escalada será probablemente
larga, pero esta partida está muy lejos de haberse terminado. COPE tiene detrás
un pueblo, tiene un arraigo profundo en muchos corazones y muchos territorios de
nuestra España, y tiene un conjunto de extraordinarios profesionales dispuestos
a echar el resto porque esta aventura merece la pena. Estamos en época de
siembra, de corregir errores, de ajustar productos, pero nuestro rumbo es claro.
Sabemos que una radio es un organismo vivo que se hace y rehace cada día, sin
fórmulas rígidas, con la pasión por la realidad que nos provoca y el amor al
hombre y al mundo que aprendemos cada día en la pertenencia a la Iglesia.
Pero con todo el riesgo de este cambio, con todos los vientos que hemos
desatado, si comparamos diciembre de 2009 con diciembre de 2008 resulta que un
80% de los oyentes de COPE han dado crédito a nuestra apuesta. Aspiramos a
recuperar la confianza de ese 20% que por ahora nos ha dejado, pero aspiramos
también a que vuelvan los que en años precedentes habíamos perdido (medio millón
más o menos), y también a crecer en otros campos porque nuestra propuesta es
sólida y atractiva, aunque como todo lo nuevo necesita tiempo. ¿Querremos
dárselo?
Algunos han brindado por el supuesto desplome de COPE. Que no se
les atragante. Yo prefiero brindar, en la inminencia de la Navidad, por esta
empresa singular e inclasificable, por su gente buena y recia, por su empuje en
medio de la tormenta, por el amor que la mueve a seguir adelante. Buen camino
para todos, juntos alcanzaremos la meta.


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1 comentario:

  1. JAJAJAJAJA
    esRadio por encima de la COPE.
    Está bien que quieran dar caña a la COPE pero que no nos tomene el pelo

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